La misión...


"Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las razones de mi boca ; no la dejes, y ella te guardará; ámala, y te conservará.
Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.
Engrandécela, y ella te engrandecerá; ella te honrará, cuando tú la hayas abra
zado."

- Salomón, Proverbios 4:5-9 -

lunes, 22 de noviembre de 2010

Reforma de la cartera

Malaquías 3:10

Quiero que ahora recordemos un poco la parábola de los “talentos” de la que Jesús habló, y que se encuentra en Mateo 25:14-30. En esta parábola (enseñanza, metáfora), se habla acerca de tres hombres a los que su señor les da talentos (medida monetaria equivalente a 21,600gr de plata) antes de partir: a uno le da cinco, a otro dos y al último uno. Después se narran las diferentes cosas que hacen estos hombres con el dinero que reciben de su señor y las cuentas que entrega cada uno a su regreso.

Esta parábola nos habla acerca de las capacidades que tiene el hombre de administrar sus bienes. Cuando hablo de la reforma de la cartera, estoy hablando de una nueva forma de ver y utilizar nuestro dinero y las cosas que recibimos de parte de Dios. Dios nos ha dado todo lo que tenemos, y lo ha dado de acuerdo a nuestra capacidad… ¿capacidad para qué? Para administrar lo que nos dio. Recordemos que somos administradores 1Pedro 4:10

¿Porqué nos cuesta tanto trabajo dar? Es decir, desprendernos de las cosas. Muchas veces creemos que poseemos cosas y que podemos usarlas como queramos, pero lo cierto es que muchas veces esas cosas nos poseen y hacen de nosotros como quieren; Arturo Graf dijo: cuanto más posee el hombre, menos se posee a sí mismo. Vivimos atados a cosas materiales de las cuales dependemos, aquí la clave es estar conscientes de que el administrador no es dueño; nos afanamos por algo que Dios (el dueño) da al final de cuentas. El dueño te confió sus bienes para que los administres, él espera resultados de ti.

Todo lo que tenemos, se nos fue dado para honrar a nuestro Señor. No es cuestión de preguntar si te ha dado, porque sé que te ha dado. Pero ¿cuál es tu capacidad? ¿Cinco talentos, dos… uno? El Señor espera que le honres con lo que te dio, que se convierta en tu prioridad, recordemos que Dios no espera todo de nosotros, espera lo mejor. Aquí la cuestión es: ¿qué tanto de eso has utilizado para honrar a tu Señor?... Es algo tan sencillo pero tan difícil de hacer.

Dios no quiere tu dinero, no lo necesita, necesita ver en ti “actitud”. Dios es un Dios que se fija en los detalles, y cuando nos da, nos prueba; desea saber si en lo poco puedes ser fiel, desea saber si puedes depender de Él y no de lo que tienes. Si no aprendemos a ser fieles con Dios en lo poco o con pequeños detalles, no podemos esperar que nos dé más, en todos los aspectos.

Dios quiere cambiar nuestra forma de ver y administrar los bienes que nos da y que le damos a Él (diezmo, ofrenda, ayuda a los hermanos y a las demás personas). Malaquías 3:10 nos habla de detalles y de ser fieles en lo poco: Dios te exige solo el 10% de lo que Él te da; así como el señor de la parábola dijo a sus siervos: bien buen siervo y fiel, en lo poco fuiste fiel, en lo mucho te pondré…existe una gran promesa, pero primero un gran reto: depender de Dios. A través del profeta Malaquías, Dios te habla y te dice: ¡pruébame! Transforma tu entendimiento y pruébame… y tenemos la certeza de que Dios sabe responder Efesios 3:20