La misión...


"Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las razones de mi boca ; no la dejes, y ella te guardará; ámala, y te conservará.
Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.
Engrandécela, y ella te engrandecerá; ella te honrará, cuando tú la hayas abra
zado."

- Salomón, Proverbios 4:5-9 -

martes, 26 de abril de 2011

Concientización

Percepción, entendimiento y despertar
·         Nehemías percibe. Nehemías 1:1-4 Hay varias cosas que resaltar sobre estos versículos, y tienen que ver con las palabras y la actitud de Nehemías ante la situación de la gente en Jerusalén; y podemos pensar que si sabía que había gente viviendo ahí, es porque sabía que el rey Ciro dio la oportunidad para que todo aquel que quisiera regresar allá, pudiera hacerlo (Esdras 1:1-4), pero no sabía las condiciones en las que se encontraban. En cuanto se entera, siente una enorme carga por el pueblo y la ciudad, y tanto le duele, que no puede evitar las lágrimas, pues se da cuenta de que mientras él había decidido quedarse en Persia, sus hermanos sufrían. Dios debía concientizar a Nehemías primero.

·        Nehemías entiende. Nehemías 1:11 Vemos cómo es que a pesar del dolor, inmediatamente ora a Dios (pero esta actitud se vuelve una constante en el modo de actuar de Nehemías). Nehemías sigue orando a Dios, pero esta vez, también le pide dirección: ya Dios había abierto sus ojos, ya tenía la carga y ya tenía el deseo de hacer algo, pero necesitaba dirección. Y deja entrever que ya sabía lo que quería y debía hacer, pues pide tener gracia delante del rey, es decir, que Dios abriera puertas y le respaldara. Nehemías acababa de entender que:

a)      Sus prioridades estaban mal acomodadas.
b)      Debe ponerse en manos de Dios.
c)      Es necesario reacomodar sus prioridades.

·        Nehemías despierta. Nehemías 2:5 No solo decide irse a Jerusalén, sino que decide tomar el compromiso de restaurarla, no sin antes esperar la confirmación de Dios. Nehemías 2:1-4 Nehemías oró por tener gracia delante del rey, y cuando el mismo rey le pregunta qué quería, sabe que esa es la pauta que Dios le estaba marcando para despertar y empezar a actuar.
Nehemías 2:6-9 Dios respalda abriendo puertas. Una vez que ya ha sido confirmado el deseo de Nehemías, éste inmediatamente pide al rey todo lo necesario para cumplir con la misión que tenía al frente, y lo hace con toda la confianza de parte de Dios y sin temor a ser rechazado. Es importante notar que Nehemías ya tenía bien claro el plan de acción, tenía un objetivo y una visión claros: Dios respalda una visión, no ideas solamente.
·        EL PUEBLO PERcIBE. Nehemías 2:11,12 Nehemías se enfoca ahora en concientizar al pueblo. Luego de aproximadamente 4 meses de oración e intercesión, y la respuesta de Dios ante el rey Ciro, Nehemías finalmente llega a Jerusalén:
a) No hay recibimiento majestuoso (a pesar de venir con la autoridad del rey para ser gobernador). Decide no decirle a nadie lo que iba a hacer.
c) Nehemías 2:17 Los exhorta como uno de ellos (no les impone nada, ni les obliga, él sabe que no necesitaban otro yugo sobre ellos).
d) Nehemías 2:18 Les comparte lo que pasó con el rey, pero se asegura de dejar claro que fue Dios quien lo hizo.
·        EL PUEBLO ENTIENDE. Nehemías 2:18 Era muy importante involucrar y comprometer a todos, puesto que él no podría hacer el trabajo solo. En lugar de imponerles la fuerza, les impone la razón; les cambia el entendimiento. Nehemías traía ya el compromiso metido en el corazón y una pasión que desbordaba, pero debía lidiar con un pueblo desmotivado. Infunde ánimo en ellos y toman la decisión de levantarse.

·        EL PUEBLO despierta. Nehemías 3 La gente se levanta inmediatamente y empiezan a accionar. La acción se ejecuta bajo organización. El pueblo se organiza por familias y cada quien edifica la parte del muro correspondiente a su casa junto con sus vecinos, absorbiendo cada cual los gastos de su sección:
a) Reparten el trabajo.
b) Abarcan áreas de común interés.
c) Todos trabajan, pues cada miembro de la familia hacía su parte.
Una vez que Dios nos ha hablado y hemos tomado la decisión de levantarnos, nos encontraremos con oposición, puesto que la obra es grande y el enemigo siempre tratará de intimidarnos para que frenemos. Nehemías 4:7-9 El pueblo enfrentó una conspiración opositora, pero Nehemías los lleva a depender de Dios, y los pone a orar para pedir guianza de Él.
Nehemías 4:10 Durante la prueba podemos enfrentar temor y desánimo, pero no debemos dejar de esforzarnos, porque si bajamos la guardia la obra se va a parar; es necesario velar, pero también se requiere trabajar: Nehemías 4:15-18; 4:21-23 tal vez tendremos que hacer una cosa sin dejar de hacer la otra. Nehemías 4:13,14 El compromiso ya es tal en la gente, que todos se involucran en la defensa de la edificación. Tenían confianza en Dios y estaban dispuestos a pelear por lo que estaban haciendo.
Nehemías 6:1,2 El enemigo intenta distraer la atención de Nehemías para que cese de la obra que hacía. Así es que el enemigo no siempre nos amenazará, basta con que logre que nos ocupemos en otra cosa, y habrá vencido. Nehemías 6:3,4 Con todo, Nehemías nunca perdió de vista su objetivo; y a pesar de querer engañarlo hablando en nombre de Dios, no pudieron, puesto que distinguía Su voz (Nehemías 6:12-14). Al final, la obra es confirmada y los enemigos son humillados, haciéndoles entender que fue Dios quien hizo todo.